Hay veces en las que no tenemos del todo claro si llevamos o no las lentillas puestas. Automáticamente, nos ponemos nerviosos y pasamos un mal rato, pero, ¿hay forma de saber si tengo las lentillas puestas?
Las claves para saber si aún tienes puestas las lentillas
Lo cierto, es que este suceso es habitual entre los usuarios de lentillas. Hay veces en las que realmente dudamos de si llevamos o no puestas las lentillas y puede ser verdaderamente incómodo, sobre todo si tenemos que irnos a dormir.
Para evitar que este problema te suceda, en la siguiente guía te damos las claves que te ayudarán a saber si tienes las lentillas puestas. Analizaremos algunas más obvias y otras en las que igual no has caído. ¡Esperamos que te sean de gran ayuda!
1- ¿Ves bien?
Una de las formas más rápidas de saber si llevas las lentillas puestas, es relajarte y parar a pensar si eres capaz de ver bien por ese ojo. Si ves bien, es que llevas la lentilla puesta.
Si crees que has sacado solo la de un ojo, prueba a tapar el otro ojo y así sucesivamente, para comprobar que ya las has quitado.
También puedes probar a poner las gafas por encima, porque si ves mal por el ojo en el que dudas si tienes o no la lentilla, es otra confirmación de que aún está ahí.
2- ¿Ves un círculo alrededor del ojo?
Normalmente, la lentilla se ve. Mira tu ojo de cerca en el espejo y comprueba si tienes el círculo de la lentilla alrededor. Si aún está, es que tienes la lentilla por mucho que te parezca que no es así.
Si no terminas de ver el círculo, prueba a mover la lentilla hacia un lado o hacia abajo y seguro que terminas viéndola. Recuerda hacer todos estos pasos con los dedos limpios, porque si irritas el ojo tendrás que esperar a que se te pase.
3- Prueba a utilizar solución de lentillas
Siempre es recomendable que los usuarios de lentillas tengan la solución líquida a mano, aunque utilicen lentillas de día. Esto es, porque en el caso de tener sospechas de que la lentilla está en el ojo y no sale, podemos conseguir que salga si ponemos la cabeza de lado y aplicamos un poco de líquido, hasta que caiga. Si echas y ves que no pasa nada, probablemente ya se te habrá caído.
4- Echa la lentilla hacia abajo y parpadea
Otro truco que te ayudará a saber si aún tienes la lentilla puesta, pasa por intentar moverla. Prueba a echarla con el dedo limpio hacia abajo y parpadea fuerte, hasta que se caiga. Haciendo muecas puedes conseguir que salga.
5- Pregunta a otra persona
Si vives con otra persona, pregúntale si te ve la lentilla colocada en el ojo. Prueba a moverla un poco con el dedo, porque si se mueve, se confirma que aún la tienes y tendrás que adoptar los tips que te damos en la guía para que salga.
¿Qué puedo hacer para que esto no me vuelva a pasar?
Lo cierto, es que hay situaciones que nos llevan a creer que no tenemos las lentillas puestas porque no salen de ninguna de las maneras. Sin embargo, si todavía están ahí, es importante sacarlas. Pero, ¿qué hacer para que no vuelvas a dudar sobre si las tengo o no puestas?
Si quieres que esta situación tan molesta no te vuelva a suceder, es importante que pruebes con lo siguiente:
- Evita tener los ojos secos: puede que sientas que la lentilla no sale y que ya te la has quitado simplemente porque tienes los ojos tan secos que las lentillas se han quedado pegadas. Para ello, hidrata los ojos. Utiliza unas gotas adecuadas a diario y evitarás que esto te vuelva a suceder.
- Utiliza unas buenas lentillas: lo cierto, es que en el mercado encontrarás lentillas de muchos tipos. Unas buenas lentillas que se adapten perfectamente a tus ojos te evitan pasar por estas situaciones.
- Cuidado con las uñas muy largas: si no estás acostumbrada a tener las uñas largas, te costará más quitar las lentillas o te harás más daño en los ojos simplemente por la falta de costumbre. Si es tu caso, igual últimamente te está pasando la situación comentada simplemente porque te dejaste las uñas largas y no sabes lidiar con ello.
- Evita ponerlas mucho tiempo: las lentillas, con el paso de las horas, se pueden pegar mucho al ojo. Por eso es recomendable usarlas solo el tiempo permitido, para evitar estos problemas. Por lo que, no es nada recomendable utilizarlas para dormir o durante más de un día.
- Cuidado con tener los dedos sucios: si tienes las manos sucias cuando te quites la lentilla, puede que te cause escozor o incluso que se ponga el ojo rojo y se irrite. Si eso pasa, te costará mucho sacar la lentilla y tendrás que esperar un rato hasta que se normalice.
En el caso de que te ocurra regularmente, puede que se trate de un problema de ojos secos o que la lentilla no sea la más recomendada. Por eso es importante que explores distintas opciones bajo la supervisión de un profesional hasta dar con la que mejor te va.
También puede que la lentilla se haya partido y que por eso te da la impresión de que tanto tienes la lentilla como no. Por eso es clave seguir los tips que te comentamos y, sobre todo, mantener la calma, para no hacerte daño.
Y recuerda no irte a dormir hasta asegurarte de que te has quitado las lentillas. Aunque estés cansado y te resulte más dificultoso, es por tu bien, para cuidar tu salud ocular. Así que dedícale el tiempo necesario hasta que las retires.
Esperamos que esta guía te sea de ayuda. Ahora ya no volverás a dudar sobre si tienes o no las lentillas puestas y podrás sacarlas mucho más deprisa. ¡Pruébalo!
Si te han quedado dudas, pregúntanos para que podamos echarte una mano.