Cambiar de gafas es una de las cuestiones más importantes que deberíamos hacernos, dado que no es saludable para la visión pasar muchos años con las mismas lentes. En la siguiente guía te contamos cuándo deberías sustituirlas por unas nuevas conforme a tu nueva graduación.
Cambio de gafas: ¿cada cuánto tiempo?
Lo cierto, es que cada persona es un mundo. Hay quienes dicen cambiar las gafas cada poco tiempo por estética y también hay quienes se pasan muchos años con las mismas, hasta que se rayan o directamente hasta que dejan de ver bien con ellas.
Sin embargo, a pesar de que cada persona es diferente y hace lo que cree que es mejor, lo cierto es que no es algo que se deba dejar pasar a ver qué ocurre. La realidad es que el 20% de los ciudadanos no cambia sus gafas hasta pasados más de 5 años, lo cual es una cifra muy preocupante.
No obstante, 7 de cada 10 personas con problemas de vista no acuden a las revisiones porque creen que ven correctamente. De esta forma, ignoran si han sufrido algún pequeño cambio en su graduación. También por miedo a que el oculista le diga que le han subido las dioptrías y le venda unas gafas nuevas.
Pero lo cierto es que partimos de la base de que las gafas no son un artículo de lujo, sino un complemento de primera necesidad para muchas personas. Por ello, es algo que debemos cuidar y en lo que no debemos escatimar, porque de ello depende nuestra salud ocular. Entonces, ¿cuándo cambiar de gafas?
Si ves mal, acude de inmediato a tu óptica
Uno de los primeros avisos que recibimos y que nos indican que es hora de cambiar las gafas, es cuando dejamos de ver con normalidad. Esto puede ocurrir al cabo de un año o de varios. Depende de la persona; de su edad, de si hay problemas de sequedad del ojo o vista cansada que influyen, etc.
Si ya no ves al 100% con tus gafas actuales, significa que algo no va bien, que tu vista ha cambiado y que necesitas unas buenas gafas. Si bien es cierto que si ves al 95% puedes tirar una temporada, pero lo ideal es que veas perfecto para no forzar la vista y no dañar la visión.
Si tienes dudas, en este punto es recomendable acudir a tu óptico de confianza para que te haga una revisión donde te confirme si las dioptrías han subido.
¿Y si veo borroso con las gafas o me duelen los ojos?
Las gafas deben ser un complemento que te hagan sentir súper cómodo y mejoren tu calidad visual. Pero si notas que te molestan, que sufres de visión borrosa, picor de ojos, te da dolor de cabeza, tienes que parpadear mucho… Eso significa algo y puede que no sean las gafas adecuadas para ti.
Si eso te ocurre acude lo antes que puedas a tu óptica de confianza para que puedan evaluar tu caso. Mejor antes de que sea tarde.
La importancia de las revisiones anuales
A pesar de que veas bien a través de tus gafas actuales, no dejes de ir a las revisiones anuales. Ten en cuenta que si aparece cualquier cosa es una forma de anticiparse, por lo que es el gesto más inteligente.
¿Quiénes deben ir todos los años a una revisión? Todas las personas que utilicen gafas y lentillas. Principalmente en el caso de los niños y adolescentes, porque al estar en proceso de crecimiento le puede cambiar muy deprisa.
¿Cada cuanto se estropean realmente las gafas?
Puede ocurrir que tengamos que cambiar las gafas porque el cristal ya no vale o bien porque la montura no está en buen estado.
Si bien es cierto que la calidad de la montura influye en su durabilidad. ¡No todas las monturas son iguales! Y al ser un objeto de diario, si la persona que las lleva las utiliza todos los días, es normal que con el tiempo se desgasten.
Las gafas tienen una vida limitada y las varillas se podrían arreglar dependiendo del daño sufrido o del grado del deterioro. Pero hay que echar cuentas a ver si merece más poner unas varillas nuevas o bien comprar unas gafas nuevas.
Pero por lo general, si se trata de una montura de buena calidad y se cuidan bien, las gafas pueden durar 3 o incluso 5 años sin problemas. En cualquier caso, es fundamental hacer las revisiones periódicas.
La importancia de adaptación a las nuevas gafas
Si se decide cambiar las gafas viejas por unas nuevas, la persona entrará en una fase de adaptación donde tendrá que adaptarse a ellas.
Puede que en un primer momento crean que se veían mejor con las viejas o incluso se noten mareados. Es algo totalmente normal, dado que el cerebro tiene que adaptarse a los nuevos cristales. Al igual que a la nueva montura, que seguro que no se ajusta igual a las orejas o a la cara.
Por ello, es importante que le des unos días de margen, para que puedas adaptarte al cambio. A excepción de las progresivas, donde la adaptación puede llevar incluso semanas.
En el caso de que no mejore y sientas que las nuevas gafas te hacen mal, debes acudir a tu óptica de confianza para que te mire a ver qué ocurre.
¿Cuándo empezar a ahorrar para unas gafas nuevas?
Como ya te contamos, estamos ante un artículo de primera necesidad y es algo en lo que deberías invertir para ganar en calidad de vida.
Por ello, es importante que todos los años separes una cantidad pequeña en una cuenta para poder hacer frente al cambio de gafas por si se rompen o simplemente por si dejas de ver bien con las viejas.
Recuerda que, también puedes usar las lentillas a modo de apoyo y tener unas gafas secundarias en el caso de que conduzcas, dado que es obligatorio.
¿Te ha quedado alguna duda? Si tienes dudas, pregúntanos para que podamos echarte una mano.